El consumo nocivo del
alcohol causa 2,5 millones de muertes cada año, el mayor porcentaje afecta a
personas jóvenes. Además, las consecuencias del consumo de alcohol en los
adolescentes se asocian a daños cerebrales y déficits neurocognitivos, esto
afecta el aprendizaje y el desarrollo intelectual. Los datos surgen de un
estudio realizado por técnicos de la Organización Panamericana
de la Salud y la Organización Mundial
de la Salud
(OPS/OMS) y el financiamiento del Centro Internacional de Investigaciones para
el Desarrollo de Canadá.
En América, el
alcohol es responsable del 5,6% de todas las muertes, en tanto que unos 320.000
jóvenes de entre 15 y 29 años mueren en toda la región por causas relacionadas
con el alcoholismo. (los porcentajes lo saque de una nota realizada el año
pasado).
La mayor responsabilidad
del consumo de alcohol por adolescentes y preadolescentes es responsabilidad de
los padres. Aunque es un tema que debería incluirse en las escuelas. El 85%
dice que considera importante que no se vendan bebidas con alcohol a menores,
el 61% no le interesa.. En los países donde la política tributaria sobre el
alcohol ha sido exitosa, gran parte de los ingresos provenientes de esos
impuestos se destinan a programas de prevención, control y atención de la
salud.
La ley establece una
edad específica para poder comprar y/o consumir bebidas alcohólicas en casi
todos los países en donde el consumo de alcohol ha sido legalizado. Los
patrones de consumo de alcohol en menores de edad se deben a una variedad de
factores: la familia, los amigos, los medios de comunicación, las normas
culturales y la religión, así como las políticas gubernamentales. Se ha
comprobado que la promoción de bebidas alcohólicas en los medios publicitarios
influye en la decisión que toman los adolescentes para beber, y existe evidencia
que demuestra que esta publicidad aumenta las probabilidades de que los
adolescentes y jóvenes comiencen a beber, o aumenten su consumo de alcohol.
Cabe destacar el papel que juegan las familias en el consumo de bebidas
alcohólicas en los menores de edad. La composición familiar y los niveles de
ingreso y de violencia son algunas áreas asociadas al consumo de alcohol y uso
de sustancias en menores de edad.
Los trastornos por
uso de sustancias y patología dual están asociados a un elevado riesgo de intentos
de suicidio y suicidio consumado entre jóvenes y adolescentes. De hecho, en el
suicidio consumado, el consumo de sustancias adictivas se identifica con más
frecuencia, después de los trastornos depresivos. El alcohol es un factor de
riesgo de conducta suicida y en el 25-35% de los casos de suicidios hay un
trastorno por uso de alcohol, según una experta. En este sentido, se ha
comprobado que hasta el 45% de los suicidas presentan alcohol en plasma,
comprobado mediante exámenes toxicológicos en la autopsia. El riesgo de morir
por suicidio en el alcoholismo es 9,8 veces mayor respecto a la población
general”, afirmó la Dra.
Navío. A este respecto, asegura que la asociación entre
dependencia de alcohol y suicidio se incrementa al aumentar la edad, entre los
20 y los 50 años.
Los jóvenes se
encuentran en constante riesgo debido a ciertos patrones de consumo debido a
varios factores. Fisiológicamente, se encuentran todavía experimentando cambios
en su desarrollo. El cerebro del adolescente se encuentra en un alto nivel de
desarrollo. Este desarrollo establece las bases para las habilidades de la
persona en su vida adulta, tales como la planeación, la integración de
información, la resolución de problemas, el discernimiento y el razonamiento.
Estos importantes cambios que están sucediendo son la razón de que el cerebro
del adolescente sea más vulnerable a los efectos nocivos del alcohol en
comparación con un cerebro adulto. Los jóvenes corren el riesgo de desarrollar
conductas perjudiciales debido al alcohol que incluyen beber en exceso,
problemas en sus relaciones, accidentes viales y relaciones sexuales de alto
riesgo.
Los adolescentes ven
a muchas personas usando varias sustancias. Ven a sus padres y otros adultos
consumiendo alcohol, fumando y, algunas veces, abusando otras sustancias.
Además, con frecuencia la escena social de los adolescentes gira alrededor de
beber y fumar marihuana. Algunos de los amigos se presionan entre sí para
probar bebidas o fumar. El cuarenta y siete por ciento de los adolescentes
estuvieron de acuerdo en que las películas y los programas de televisión hacen
que parezca que está bien usar drogas, según un estudio que se llevó a cabo en
el año 2011. Entonces, no es sorprendente que los niños de 12 a 17 años de edad que
vieron tres o más películas con clasificación “R” por mes, eran siete veces más
propensos a fumar cigarrillos, seis veces más propensos a usar marihuana, y
cinco veces más propensos a beber alcohol, en comparación a los que no vieron
películas con clasificación “R” (Amy Khan 2005). Cuando los adolescentes se
sienten infelices y no pueden encontrar una salida saludable para sus
frustraciones o una persona de su confianza con quien hablar, pueden recurrir a
sustancias químicas en busca de consuelo. Estos jóvenes son fácilmente
propensos a consumir alcohol u otras sustancias. Los adolescentes que no
toleran estar solos, que tienen problemas manteniéndose ocupados o que anhelan
las fuertes emociones, son los principales candidatos para el abuso de drogas,
no solo el alcohol y la marihuana que es una sustancia alucinógena. Diferentes
adolescentes rebeldes eligen usar diferentes sustancias basado en sus
personalidades. El alcohol es la droga de elección para el adolescente que
siente enojo, porque lo libera para comportarse de manera agresiva. La
metanfetamina también fomenta el comportamiento agresivo, violento, y puede ser
mucho más peligrosa y potente que el alcohol. Las drogas y el alcohol funcionan
rápidamente. Los efectos iniciales son muy buenos. Los adolescentes recurren a
las drogas porque ellos las ven como un acceso directo, a corto plazo, hacia la
felicidad. Muchos adolescentes tímidos a quienes les falta confianza indican
que mientras se encuentran bajo la influencia de las drogas o del alcohol hacen
cosas que de otra manera no se atreverían a hacer. Quizás la causa de abuso de
sustancias que más se puede evitar es la información incorrecta acerca de las
drogas y el alcohol. Casi todos los adolescentes tienen amigos que dicen ser
expertos en diversas sustancias recreativas, y que les pueden asegurar que los
riesgos son mínimos. Eduque a su hijo adolescente sobre el uso de drogas para
que conozcan los hechos reales acerca de los peligros del consumo de drogas.
Los padres deben
tener en cuenta:
·
Mantenga y fomente una relación franca y de apertura con su
hijo. Esto aumenta las posibilidades de que su hijo le hable sobre sus anhelos
e inquietudes.
·
Hable con su hijo sobre los riesgos del consumo de bebidas
alcohólicas;
·
Hágalo de forma positiva y amena;
·
Establezca reglas claras en cuanto a la edad en la que se le
permitirá beber (por ejemplo, la edad reglamentaria en su estado). Hable de
estas cosas antes de que llegue a la adolescencia.
Buenos amigos, este
es solo un breve texto que realicé luego de investigar un poco sobre este tema
que nos preocupa a los padres. Sabemos que el tema es mucho más profundo.
Espero lo encuentren interesante.
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